Archivo | diciembre 2013

Dedicatoria encuentro exjugadores del Sant Grabriel 16-12-2013

Este pasado sábado fue un día muy especial. Nuestro gran jefe Joan Llandrich me dijo que, al margen de Parrado que nos dedicó un breve discurso, tenía que ser yo quien pronunciara unas palabras en honor al fantástico encuentro que tuvimos el privilegio de disfrutar. Yo le respondí que el hecho de tener cierta habilidad con la escritura no significaba que tuviera que ser un gran orador.

Y, como el evento, el C.D. Sant Gabriel y todos mis compañeros se lo merecen, he decidido cumplir el deseo de nuestro estimado Llandrich y ofrecer aunque sea por escrito una dedicatoria a todos ellos y a ese día tan extraordinario.

La jornada superó todas las expectativas. Gracias sobre todo a su promotor, Angel Esteller, pudimos reunirnos en un almuerzo un gran número de ex compañeros, algunos de los cuales estaba convencido desde hace años que no volvería a ver en mi vida.

Muchachos: me lo pasé de fábula; recordar anécdotas de la infancia después de casi 40 años. Si, se dice pronto, cuatro décadas hacía que no veía a algunos de ellos. Saludar a amigos de travesuras como Antolín de la Torre, Cayetano Morgado, Andrés Molina o Miguel Marco, por citar cuatro entrañables ejemplos me llenaron de emoción.

Cuando Arriola, un personaje que hace unos 37 años que no veía, me dijo que siempre se acordará de mí porque nació el mismo día i el mismo mes que yo, se me cayeron… al suelo. Y cuando Fernando, hacia coña, preguntando constantemente ¿Qué había pasado con los rizos del Terris? una mezcla de risa y emotividad embargaba mi estado de ánimo. Lo impresionante en este tipo de situaciones es que la buena gente siempre te sorprende, en positivo…

Y es que este tipo de encuentros de alguna forma te hace renacer. Te transportan en el túnel del tiempo hacia tus orígenes, unos orígenes en los que el club del Sant Gabriel marcó de forma determinante nuestra trayectoria vital; una etapa que coincidió con una generación de jugadores únicos, extraordinarios, grandes futbolistas y mejor personas.

Gracias a todos y en especial a Angel Esteller y a Joan Llandrich, un crack, un Maestro que, con su desinteresada contribución a este gran club, al margen de su indudable categoría a nivel futbolístico,  en su dilatada carrera  ha constituido un pilar fundamental en la  formación como personas  de innumerables niños y niñas que, a lo largo de los años,  hemos conformado la gran  familia del Sant Gabriel.

Jordi Terris 16-12-2013