Archivo | octubre 2017

Carta a mis amigos españoles

Después de un puñado de días de tempestad política y social, desde la serenidad que requiere este tipo de reflexiones, voy a dirigirme a mis amigos españoles para expresar lo que siento:

Nunca tuve sentimiento hispanofóbico; mi infancia se desarrolló en una barriada repleta de inmigrantes y en un colegio donde el catalán no existía como lengua y donde la intención de adoctrinar a los niños a través de una asignatura que se denominaba “Formación del espíritu nacional”, era clara y evidente. Allí empecé a forjar mis primeras amistades. Posteriormente, mi juventud se labró en Badalona y siempre he habitado entre la diversidad cultural, el españolismo, la catalanidad y la transversalidad ideológica. Ya de adulto, mi círculo de relaciones ha transitado por sendas parecidas. He viajado por toda España y salvo muy contadas excepciones, no he tenido ningún problema por mi condición de catalán y nunca tuve la tentación de sentir animadversión por lo español.

Resultado de imagen de imagenes de la ultima manifestacion donde aparecen banderas esteladas y españolas

Pero en los últimos 10 años, ha habido un cambio sustancial: la famosa recogida de firmas en el 2007 “en contra de los catalanes” lema que utilizaba el PP en la Avd. de la Castellana para impugnar el Estatut, la consolidación de la “caverna mediática “madrileña, manipuladora y manipulada por el Estado; las catalanofóbicas declaraciones de Alfonso Guerra, así como la inflexible e indignante posición del gobierno español ante las reivindicaciones catalanas y sus claras muestras de incitación al odio, han hecho temblar los cimientos de mis sentimientos y percepciones.

Y para acabarlo de rematar, el “a por ellos “por parte de ciudadanos andaluces arengando a los cuerpos policiales, la actuación brutal de la policía española en los acontecimientos del 1-10,  el persistente acoso imprimido hacia Gerard Piqué,  y ya por último, las declaraciones impregnadas de desprecio y maldad del Sr. Pablo Casado preconizando el mismo destino a nuestro actual president, que al que le deparó a Lluis Companys, me han dejado triste y con una incontenible sensación de rabia.

Aún así, me resisto a que en mi mente florezca un sentimiento hispanofóbico, porque todas las fobias son nocivas y no conducen a nada bueno.

Jordi Terris 20-10-2017

Democracia i llibertat en perill

Quan era adolescent i en alguna ocasió  vaig haver de córrer davant dels “grisos”, un cop vam  entrar en democràcia, una vegada es va legalitzar el partit comunista i desarticulat el cop d’estat del 23 f, i finalment un cop integrats a la Unió Europea, vaig ser tan ingenu de creure que mai més a Espanya hi haurien persecucions per defensar de forma pacífica idees polítiques.

Resultado de imagen de LLIBERTAT JORDIS IMATGES

Sí, vaig ser tan ingenu de pensar que, deixant al marge els casos de terrorisme, no tornaríem a veure presos polítics a les nostres presons i agressions policials davant actes pacífics com el del 1 d’octubre.  Sí, sí, aleshores vaig ser tan ingenu perquè mai hagués pensat que poguessin arribar a haver conspiracions al màxim nivell governamental per enderrocar adversaris politics i que arribés a existir una trama denominada “Operación Cataluña”  i que els implicats estiguin encara ocupant importants càrrecs públics.

També vaig ser tan ingenu que arribessin a haver fiscals anomenats directament pel poder central per treballar al seu servei. Amb els fets del 1-10 i l’empresonament de dues persones que han demostrat reiteradament el seu civisme i pacifisme han fet un salt qualitatiu que una gran majoria dels catalans i molts ciutadans de la resta d’Espanya no estem disposats a acceptar.

I el que és pitjor, davant l’escalada que ha pres la situació, no sabem fins a quin punt estan disposats a dilapidar del tot la llibertat d’expressió.

Jordi Terris 19-10-2017