Archivo | mayo 2018

El president que ellos querían

Ahora ya tenemos president; el president que al unionismo le apetecía. Desestimaron a Puigdemont, a Jordi Sánchez y a Turull porque tenían demasiada talla para tenerlos como adversarios. Quizàs querían alguien joven con escasa experiencia politica i que se lo pudieran merendar en el primer debate parlamentario.

Al final les ha caído «premio gordo», un candidato sobre quien poder despachar todas sus iras, poder descalificarlo, insultarlo y vilipendiarlo por lo que ha escrito en el pasado y no dejar de hacerlo hasta la saciedad, hurgando en la llaga de manera indefinida sin saber hasta cuando. A mí no me han gustado muchas de las expresiones que ha utilizado el Sr. Torra en sus escritos, las cuales no comparto; es evidente que a veces al que redacta artículos se le puede ir la pluma como arma de defensa ante el menosprecio y ataque constante hacia un colectivo de personas, una ideología, una cultura y una lengua.

Nunca tuve animadversión hacia los españoles pero si hacía un Estado represivo y autoritario, así como a líderes de partidos que sí representan el nacionalismo y supremacismo más rancio y recalcitrante. Tampoco me agradan numerosos e interminables discursos, artículos y decisiones de innumerables personajes del panorama político, mediático y judicial, pero nos los tenemos que comer con patatas. En cualquier caso, considero que a los políticos hay que juzgarlos sobre todo por sus hechos y otorgarles el beneficio de la duda.

Jordi Terris 19-05-2018

«Ciudadanos» y la fractura social

Hay quien atribuye la fractura social que se está produciendo en Catalunya íntegramente al independentismo y todo su entorno. Sin embargo, si hacemos un recorrido por nuestra historia reciente, podemos constatar que la convivencia entre la ciudadanía de Catalunya hasta la irrupción del partido de “Ciudadanos “ha sido ejemplar y el modelo de escuela catalana ha constituido un valioso instrumento de cohesión social incuestionable hasta ese momento. Catalunya crecía en todos los sentidos y sus gentes de diversa procedencia se relacionaban de manera excelente y cohesionada.

 

Mi caso lo ejemplifica: nací en una barriada periférica de Barcelona, repleta de población inmigrante por lo que me crié en un ambiente heterogéneo donde todos nos sentíamos comodos. Más tarde, tanto en el colegio, como en el entorno deportivo y laboral, la diversidad, el bilingüismo y la  convivencia cada vez era más fluida y natural. A pesar de la naturalidad con la que me manejaba en este contexto, desde que tengo consciencia política, siempre me he sentido independentista; a veces nace un sentimiento y no sabes conscientemente por  qué. Paralelamente he generado muchos amigos de distinto color ideológico que siempre he respetado y no habíamos tenido nunca ningún problema. Y como muchos catalanes, asumía formar parte de un Estado que no era de mi agrado pero, como demócratas lo aceptábamos con la esperanza, llena de ingenuidad, de que algún día, esa “legalidad” que en teoría se otorgaba a los partidos independentistas pudiera fructificar de forma democrática.

Y todo este relato nos lleva a la conclusión de que el principal artífice de la división social existente, es el líder de “Ciudadanos” Sr. Ribera y sus colaboradores más estrechos, con cuyo grupo renació ese sentimiento anti catalanista con el ánimo de cargarse el concepto de nación catalana, su cultura y su lengua. Así que, en las últimas elecciones totalmente polarizadas consiguió aglutinar un número de votos que probablemente haya llegado a su techo en Catalunya y que, a pesar de la euforia desmedida por sus resultados, únicamente representa el 25,35% de la población catalana. Distintos cambios de impresiones con gente que los votó me hacen pensar que muchos no eran realmente conscientes del objetivo central que persigue este partido.

Jordi Terris el Periodico 15-05-2018

https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/ciudadanos-fractura-social-178331

Tamara Carrasco i els sentiments

Aquest passat dissabte, al programa FAQS de tv3 vaig poder veure l’entrevista a Tamara Carrasco, la membre del CDR que ha volgut trencar el silenci, que van intentar encausar per delicte de terrorisme, rebel·lió i sedició. Una entrevista esperada per molta gent on la forma en què va descriure el seu incert i cruel captiveri de 48 hores  va tocar la fibra a moltes persones que teníem necessitat de sentir-la.

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La dita que “una imatge val més que mil paraules” va ser del tot eloqüent el dia que la van detenir. Quan a l’entrevista li van preguntar què va sentir aquell dia, la meva ment em va transportar a les sensacions que jo mateix vaig tenir quan la vaig contemplar en el moment que se l’enduien detinguda; un rostre que reflectia un garbuix de sentiments i que traspuava tristesa, basarda, indignació, incredulitat, injustícia i estupefacció; totes aquestes connotacions quedaven dibuixades en el rostre d’una noia a qui l’únic que van poder confiscar a casa seva, com a gran troballa, va ser unes pancartes de «llibertat», una careta del Jordi Cuixart i un xiulet.

Tractar de treure punta a la conducta de la Tamara per tal d’equiparar-la amb una acció de caire terrorista, és una aberració i una errada de tal magnitud que els propis protagonistes de la detenció es deuen haver sentit avergonyits. El gegantí dispositiu policial que van desplegar aquell dia entorn al seu domicili va ser d’un ridícul descomunal, utilitzant aquesta noia com un altre cap de turc per tal de sembrar la por i l’amenaça permanent. Menys mal que en aquest cas, un jutge sensat en principi ha deixat la causa en un delicte de desordres públics. Tot i així, ha quedat sotmesa a dures mesures cautelars i no pot sortir de la seva localitat de Viladecans. Un altre episodi judicial increïble i rocambolesc.

Jordi Terris 14-05-2018