Una de les grans preguntes que darrerament s’està fent l’opinió pública, és sobre la exagerada lentitud de l’administració de justícia. Amb tota raó, les tintes s’estan carregant contra el sistema, i contra el tarannà de molts jutges que segueixen els dictats dels poders fàctics i governamentals.

Però no ens podem oblidar de la quota de responsabilitat que compet al  personal administratiu que, en una  significativa  majoria, camina a remolc d’aquesta indolència, passivitat i prepotència que s’ha instal·lat en el dia a dia dels jutjats del nostre país. Per raons de la meva professió, porto molts anys exercint la funció de pèrit judicial. He tingut ocasió de trepitjar nombrosos jutjats, i la meva sensació -tret d’algunes excepcions -és que al perfil mig del funcionari de l’administració de justícia se li ha de donar de menjar a part. És aquell  personatge que quan et dirigeixes a ell ho fas amb una reticència  sensiblement diferent de quan ho fas a la resta del personal de l’administració pública.  Al marge de l’ambient anàrquic i freqüentment caòtic que de manera enquistada es respira a les oficines dels jutjats, aquest perfil mig, habitualment esquerp i amb aires de superioritat, et deixa la sensació que t’està fent un favor cada vegada que els has de fer una consulta o observació.

En conseqüència, estic convençut que per canviar un mal endèmic d’aquestes dimensions es requereixen reformes profundes que, entre d’altres, han de passar per la reeducació del funcionariat que està al servei de la ciutadania.

Jordi Terris 03-03-2014

Ja sabem que hi ha substancials diferències de magnitud, però no  sé si som prou conscients que la corrupció no és només un problema que afecta  a les institucions públiques i a la banca. La corrupció la veiem dia a dia; en els caps de compres de les empreses, en els comercials que especulen amb el seu treball, en els consumidors que demanen determinats serveis sense l’IVA i intenten pagar el mínim d’impostos, en els administradors que cobren comissions extraoficials dels proveïdors a qui encomanen determinats treballs, etc. Comparativament parlant, en determinats casos alguns podrien titllar certes  d’actituds de picaresca més que de corrupció, però crec que hem de ser realistes i que cadascú ha d’assumir  la seva quota part de responsabilitat  davant aquest rellevant problema.

En conseqüència , per resoldre aquesta arrelada lacra, crec que al marge d’aplicar fortes mesures contra els corruptes, i de canviar molts esquemes estructurals en el si de les nostres institucions i eliminar tota una sèrie de privilegis,  ens hauríem de plantejar unes altres mesures de base i de  llarg abast, començant per implementar una assignatura a les escoles,  a partir del primer cicle formatiu, que tingués com a premisses l’ Ètica social, professional i conductual. Si no abordem el problema des de l’educació infantil, serà molt difícil d’erradicar.

Jordi Terris / El Periodico

 Afirma Ada Colau con toda razón,  que el tema de los afectados por el impago de las hipotecas se está agraviando, ya que ahora se están  sumando perjudicados con perfil de clase media, a los cuales en su día la entidad bancaria les propuso la refinanciación del préstamo  a modo de solución  que actuaba como bombona de oxigeno para paliar  el problema de imposibilidad de pago de la cuota mensual.

Una bombona de oxigeno envenenada, toda vez que, con  la misma, viene normalmente implícita una carencia  de intereses o de capital de un par de años,  durante los cuales la cuota queda reducida de forma sustancial. ¿Qué ocurre cuando finaliza el periodo de carencia? Que, si bien con la refinanciación han prolongado la duración del préstamo unos años más, al aplicar una tasa de interés bastante más elevada e incluir en la refinanciación todos los gastos que se derivan de la misma, en muchos casos la cuota a pagar se sitúa en una cantidad que se acerca a la que  pagaban con la anterior hipoteca.

Mientras tanto, teniendo en cuenta la parálisis del mercado inmobiliario y la precaria situación laboral, el prestatario ha consumido el periodo de carencia sin poder vender la vivienda y se encuentra en la misma situación que antes de la refinanciación, esto es, sin poder asumir la cuota íntegra y nuevamente con el agua al cuello.

En consecuencia y por lo que respecta a  la entidad bancaria, el negocio  es innegable  ya que  consiguen, por una parte, la formalización de un nuevo préstamo que comporta nueva  comisión de apertura y la de cancelación de la anterior hipoteca,  la renegociación de intereses notablemente a la  alza y,  de nuevo,  la facultad en caso de impago de la  ejecución del inmueble y reclamación de la deuda si con la adjudicación del mismo es insuficiente.

JORDI TERRIS 04-11-2013

Ayer tuve la oportunidad de observar con detenimiento un coloquio televisivo en el que participaba el portavoz de “Súmate”, un ebanista que representa  un movimiento de castellano hablantes, todos ellos  con orígenes de fuera de Catalunya que apuestan de manera decidida y desacomplejada a favor de la soberanía de nuestro país.

El nacimiento de este colectivo, surgido de la voluntad de una de una serie de personas de a pie que no pertenecen a ningún partido político,  es sumamente importante para poder combatir las falacias y los ataques que nos llueven desde el Estado, así como de determinados medios de comunicación sobre la convivencia y confrontación entre los diferentes núcleos de la sociedad catalana –sobre todo por razón de la lengua–,  en un momento en que el pueblo de Catalunya está dispuesto a llevar a cabo el pronunciamiento más decisivo y determinante de su historia.  Es importante porque este colectivo demuestra la transversalidad de toda la gente que apuesta por un cambio tan sustancial.

El discurso de esta asociación es especialmente  relevante e ilustrativo, ya que conjuga el pragmatismo económico, con  la adaptación e integración a las costumbres, tradiciones e idiosincrasia de nuestro pueblo,  sin renunciar a sus orígenes y a la harmonía y buena relación que debe presidir entre todos los pueblos que actualmente conforman el estado español. 

Jordi Terris 07-10-2013

Con suma perplejidad, he leído las declaraciones publicadas el pasado dia 10 de septiembre en el País, por el hoy presidente del Tribunal Constitucional  Francisco Pérez de los Cobos, las cuales fueron pronunciadas en diciembre de 2005, a través de las cuales manifestó que “varias generaciones de catalanes han sido educadas en el desprecio hacia la cultura española”.

Teniendo en cuenta de quien proceden las declaraciones y ante tal solemne mentira, quiero dejar de manifiesto que tengo dos hijos que han sido educados  en el marco de un contexto autonómico bajo el sistema de immersión linguistica y  en ningún momento he notado desprecio alguno o animadversión por la cultura española,  circunstancia sobre la cual, los ciudadanos que han venido del resto de España y que  residen  en Catalunya son conscientes de ello y lo tienen muy asumido.

Yo,  que soy un independentista declarado y hace tiempo desacomplejado, educado en época de dictadura franquista  donde sí había un notorio y acentuado desprecio por todo lo catalán ­ –que en ese caso sí que iba orientado  deliberadamente  a dilapidar la cultura e historia de nuestro país–   estoy en condiciones de afirmar que la inmensa mayoría de catalanes tenemos un profundo respeto por la cultura española con la cual tenemos ingentes afinidades y que la lengua y literatura castellana forma parte del patrimonio de nuestra sociedad y  constituye un activo que mantendremos latente sin ningún genero de dudas independientemente de cómo acabe el proceso soberanista, cuyo resultado por cierto, acataremos con deportividad sea positivo o negativo en función de lo que decida la mayoría.

JORDI TERRIS 11-09-2013

Cuando hablamos de posibles medidas en la lucha contra la violencia de género, tenemos que partir de la base que estamos hablando de  un problema con profundas y complejas raíces  a nivel social que  lo convierten en una lacra de difícil solución. No debemos olvidar que se trata de un problema que, al originarse en los propios hogares, según los estudios realizados, los hijos que observan conductas violentas en sus progenitores tienen muchas posibilidades de convertirse de mayores en maltratadotes.

Más allá de todas  las modificaciones que puedan realzarse a nivel legal y judicial, así como de intensificación de medidas de protección a la mujer, tal como ya propuse cuando tuve la oportunidad de dar mi opinión en el tema de la corrupción, encuentro a faltar en las reformas y  programas educativos, la implementación de disciplinas o asignaturas que aborden los problemas sociales con los que los que muchos pequeños ya conviven, como la violencia de genero, o con los que posiblemente se encontraran a partir de la mayoría de edad como la corrupción.

Por otra parte, posiblemente sería importante fomentar y potenciar en favor del «sexo débil» la oportunidad de poder realizar desde la infancia alguna disciplina de defensa personal con el fin de que dispongan de una herramienta más contra la violencia machista.

Jordi Terris

El Periodico 11-06-2013